El 26 de septiembre de 2016, tras cinco años de negociaciones, el Gobierno de Colombia en cabeza de su entonces presidente Juan Manuel Santos, firmó en la ciudad de Cartagena de Indias el llamado Acuerdo de Paz con las FARC-EP. Unos 13.000 miembros del grupo guerrillero dejaron las armas y se reincorporaron a la vida civil desde diferentes puntos del país.

Pese a la existencia de las llamadas Disidencias de las Farc, conformadas por quienes nunca firmaron el acuerdo, nuevos reclutados, y algunos otros que se reincorporaron a las filas tras haber dejado las armas, la mayor parte de los exguerrilleros firmantes del acuerdo se han mantenido en su promesa de dejación de armas e incorporación a la vida civil desde la política, los emprendimientos económicos, a título individual o en asentamientos colectivos.

Sin embargo, desde la firma de dicho Acuerdo y solo hasta mediados del 2020, 225 excombatientes de las FARC han sido asesinados según cifras de la ONU, quien reiteradamente ha alertado al gobierno nacional sobre las graves condiciones de seguridad y la falta de medidas de protección para los excombatientes.