Cualquier delito motivado por la pertenencia de la víctima a un grupo específico, es un Crimen de Odio. La religión, la raza, la identidad sexual y de género, son algunos de los motivos más habituales que propician este actuar criminal.

En Colombia, los Crímenes de Odio más frecuentes son los que tienen que ver con ataques a la comunidad LGBTIQ+. Solo en 2020 se reportaron 76 homicidios de esta naturaleza en el país, según datos conservadores de la Defensoría del Pueblo.

Las mujeres trans, aparecen, dentro de este contexto como el grupo poblacional que presenta una mayor situación de vulnerabilidad, desigualdad y exclusión.

La mayor parte de estos crímenes motivados por la orientación sexual y/o de género de las víctimas, nunca son juzgados como tales. Ha sido una práctica sistemática documentada, la investigación y el tratamiento de gran parte de estos casos, como crímenes pasionales.